viernes, 2 de julio de 2010

Mi historia de "Amar Demasiado" Parte I

De repente me encontré haciendo algo que no podía hacer. Haciendo las compras. No las hacía desde que vivía con él o mejor dicho, desde que vivía para él. Las veces que intente ir al supercado a comprar lo que yo necesitaba, las gondolas se me venían encima. No toleraba ver esos productos que compraba para él y ya no tenía razón alguna para ponerlos en el carro. Me ahogaba, y finalmente me iba sin comprar lo que necesitaba. Tal vez porque no sabía lo que necesitaba yo, lo que me gustaba a mí. Pero si conocía perfectamente los gustos de la otra persona.
Un tiempo después me encuentro eligiendo lo que quiero, lo que me gusta comer a mí, incluso me causó gracia ver en las gondolas esos productos que antes llevaba y hasta me convencía que eran los que me gustaban a mi.
Llevó mucho tiempo, pasé por muchas recaídas, por encierros, por muchos momentos en los que ya no sabía más que hacer. Pero no puedo decir que pasó más tiempo del que yo creía que me iba a llevar porque sinceramente, nunca creí que podría lograrlo.
Si, en algún momento me imaginé terminando todo, pero nunca me había imaginado viviendo para mí. Mi propia vida, y una vida que ya nada tiene que ver con la persona que yo era hasta hace un tiempo atrás.
Una vez que llego del supermercado, con una sonrisa en mi cara. Me siento y digo, por primera vez, ya pasó. En ese mismo momento me pongo a recordar todo eso que tuve que afrontar, todas las veces que intenté escaparme, todo lo que tuve que aceptar. Hasta aceptar lo más importante. Eso que tanto me ahogaba, ahora forma parte de mi pasado. Un pasado que nunca creí que iba a ser tan importante para mí, porque todo eso fue lo que más me hizo crecer.
Hace un año atrás las cosas eran totalmente distintas. Hacía seis meses que había encontrado a una persona tan dependiente como yo. Se que la encontré porque en ese momento lo único que hacía yo era buscar a alguien. No puedo decir lo conocí porque recién ahora conozco a esa persona.
En ese momento yo buscaba desesperadamente una persona. Hubiera sido cualquier otra, pero esta tenía algo distinto. En cada charla yo creía encontrar mi alma gemela. Una persona que pensaba, sentía y actuaba como yo. Que buscaba lo mismo que yo. Una persona muy respetuosa, madura. Lo que yo necesitaba. Porque a esa altura era una necesidad para mi.
Al principio todo fue hermoso, de echo los pocos recuerdos lindos que guardo, son los del principio. Cuando esa persona se esforzaba por ser quien decía ser, y yo, era feliz al lado de quien creia que era lo que decia.
Con el tiempo hubo muchas sorpresas, pero las dejaba pasar como si no pasaran sencillamente porque no cabía en mi la posibilidad de que esa persona actuara de una manera distinta a la que decia ser. Si, el me habia convencio y yo me habia dejado convencer y estaba totalmente segura que el era quien decia, y por eso centraba mi atencion siempre en lo que el decia y nunca en lo que hacía.